top of page

Nacemos con una inmensa necesidad de ser amados y de amar. Por diversos factores ocurre lo opuesto, o al menos, no somos recibidos como esperaba nuestro Ser. ¿A quién culpar? ¿A nuestra madre, a la sociedad, a nuestro linaje, a nuestro temperamento?

Estamos llenos de respuestas que pueden o no ser asertivas y válidas. Alcanzar la verdad requiere de una mirada objetiva y con perspectiva y puede ser difícil de lograr ya que mirar "todo el bosque" no es fácil cuando sólo somos un arbusto en el gran contexto que llamamos historia de vida.

La propuesta de este Círculo de Mujeres es ayudar a observarnos a nosotras mismas y los hechos reales de nuestra historia que nos permiten comprender nuestro presente, formado por hábitos, creencias y acuerdos dañinos que no recordamos cuándo hemos firmado; "de ahora en adelante pensaré que no puedo sentirme bien si no como algo rico", "desde ahora y para siempre seré obeso/a porque en mi familia somos así", "no puedo ser feliz porque desde siempre me dijeron que soy enojona y rencorosa, o rebelde y no me conformo con nada", etc.

Esta falta de consciencia se debe a que desde nuestro nacimiento se nos ha enseñado, mediante el premio y el castigo, que existen conductas buenas que debemos replicar y otras malas que debemos esconder y ojalá olvidar; "¡eso no se hace! ¡No lo hagas nunca más!", "eso es muy feo... ¡las niñas no pueden hacer aquello!". Y así creemos que esas conductas, impulsos, sentimientos y expresiones del Ser que experimenta la Vida, han desaparecido, sólo porque hemos aprendido a negarlas.

Muy lejos de eso. 

Simplemente se guardan en una resistente mochila en nuestra espalda. A esto le llamamos Sombra. En ella están todas las cosas que nos hemos visto obligadas a esconder -o nos han obligado a esconder-, porque no cumplen con los cánones de decoro y buenas costumbres en las que nos hemos domesticado... educado. Mientras más pesada se vuelve esta mochila, más resistente y rígido se vuelve nuestro cuerpo, porque si somos débiles, vulnerables y flexibles será imposible seguir cargándola. ¡Pero si justamente necesitamos soltar este peso! Soltar todo esto y ver aquello que nos mantiene infelices/adictas a la búsqueda de un ideal de felicidad imposible de alcanzar. Hemos aprendido a seguir una fórmula y no la expresión de nuestro Ser.

Los adictos somos buscadores desorientados persiguiendo la Verdad y el Amor en lugares equivocados. No sucede por maldad de nadie, sino por inconsciencia e ignorancia de parte de quienes nos han domesticado. 

Solo necesitamos un mapa de regreso para dejar aquellas conductas autodestructivas. Para encontrar este mapa necesitamos Consciencia y Luz para observar con claridad el panorama familiar de la forma más panorámica posible, nuestras conductas, creencias y acuerdos que conducen nuestra vida hoy, para finalmente acceder a la Sombra, aquella pesada mochila de inconsciencia, y así encontrar nuestro mapa de regreso a un estado de apertura, flexibilidad, entusiasmo, alegría y amor incondicional para nosotros y los demás. 

Es un hermoso y apasionante camino que te invitamos a recorrer.

Contacto

rosarioabarzua.d@gmail.com

+569 8443 9414

Lugar

Casa Kalki

Sector Ricardo Lyon con Eliodoro Yañez, Providencia

Horario

Todos los días jueves de 20 a 22 hrs.

Fecha

Julio a Octubre 2017

Valor 

$40.000 Mensuales

Formas de Pago

- Tres Cheques

- Una Cuota en Efectivo ($120.000)

- Tarjeta de Crédito

Fernanda Ruiz

Psicóloga

Terapeuta Gestalt y Holística

Recordando un poco mi andar en esta vida, una sensación en mi cuerpo me regala el claro recuerdo de una especie de “búsqueda” que comenzó en mi adolescencia,  donde una de mis principales formas de canalizar este sentir, fue mediante el contacto con la naturaleza,  gracias a mi amada vida sureña entre campo, animales, mar y estrellas.

Tras esta etapa, vinieron muchos años de búsqueda y olvido… esa era la constante, algo no lograba asentarse realmente, hasta que la vida me condujo a una situación muy difícil y dolorosa, donde la escapatoria de mi misma se hizo simplemente  imposible. Es desde ese entonces que comenzó en mí un camino sin retorno, donde algo misterioso me llevó ahora a buscar y a encontrar una puerta de profundo descubrimiento interior,  y  también unos nuevos lentes para compartir con el mundo, desde un lugar más auténtico de mi ser.

Hoy a mis 34 años, me siento en un permanente proceso de aprendizaje y asombro  frente a la vida,  en un camino del corazón que nunca termina. Y es desde este lugar donde he querido compartir y caminar junto a otras personas, acompañando procesos internos tanto individuales como grupales.  Donde finalmente todos nos vamos convirtiendo paso a paso en seres más humanos,  donde  vamos aprendiendo  y sanando en conjunto porque “Lo que sana en ti, sana en mi”. Nuestro cuerpo se manifiesta como un infinito misterio hacia el despertar del amor, y un posible camino de aceptación y sanación de nuestra alma.

¡Bien! Mensaje recibido

bottom of page